Instalar un equipo de cloración salina en nuestra piscina no nos exime de la responsabilidad de prevenir la aparición de algas, como todos sabemos la concentración de sal en el agua de mar es diez veces superior y hay infinidad de algas que viven en él alegremente.

Las algas aparecen en la piscina por diversos motivos, como pueden ser: un incremento en la temperatura del agua (por lo que las piscinas climatizadas deben prestar mayor atención), pocas horas de filtración, nivel de pH inadecuado y desajustes en la dosificación de desinfectante, entre otros.

Si se dan todas o algunas de estas condiciones se favorece la aparición de algas, que luego proliferan al alimentarse de los fosfatos presentes en el agua.

Si queremos ser precavidos debemos administrar algicida líquido específico para piscinas con cloración salina. Ahora bien, si ya tenemos algunas algas en nuestra piscinas de agua salada, debemos realizar un tratamiento de choque con cloro u oxígeno activo para acabar con ellas lo antes posible y así volver a conseguir un agua limpia y transparente.

A la hora de adquirir estos productos químicos es importante que te informes si son adecuados para una piscina de agua salada y para el revestimiento de tu piscina, de lo contrario podrías tener más problemas.

Las piscinas de electrólisis salina siempre deben contar con la concentración de sal adecuada, si el aparato nos indica que necesita más porque se ha ido perdiendo por la evaporación o los lavados del filtro, debemos acudir cuanto antes a la tienda de piscinas para comprar un saco de sal purificada especial para piscina, evita el uso de otro tipo de sales si quieres que tu equipo de cloración salina funcione de forma adecuada.